domingo, 16 de febrero de 2014

Rafael Pérez, cantero de la portada del antiguo Ayuntamiento de Arjonilla

(fototeca de la Universidad de Sevilla)

Artículo publicado en Programa de Fiestas de San Roque
Ildefonso Rueda Jándula

Si las figuras que flanquean el balcón de la antigua casa capitular de la Villa de Arjonilla, conocidas popularmente con el nombre de “sotas de bastos” pudieran hablar, conoceríamos a través de estos testigos de excepción la Historia de esta Villa desde 1.617 hasta nuestros días. En total, son 381 los años que estos soldados ataviados a lo romano han visto pasar desde un lugar privilegiado. La plaza en la que se ubica esta construcción siempre fue sitio de encuentro para los jornaleros que buscaban trabajo, escenario del levantamiento del pendón real cuando un nuevo monarca ascendía al trono, la elección del síndico comunero, y las sublevaciones campesinas del XIX al tiempo que surgía un Nuevo Régimen constitucional, el mismo que eliminará esta fachada como representante del poder local, en favor de la nueva construcción de la calle mesones.

Los visitadores de la Orden de Calatrava y los regidores del cabildo municipal coincidían desde finales del siglo XVI en que la portada del Ayuntamiento debía manifestar el poder de sus gobernantes. A imitación de otras casas de cabildos municipales deciden que se ha de poner el escudo de la Villa, labor que fue encargada al cantero de Andújar Rafael Pérez, quien además realizará los maceros o “sotas de bastos” y el resto de elementos iconográficos. De toda la labor que desarrolló en la portada del cabildo da cuenta el siguiente documento:

“Que por mandado del conçexo pago a Rafael Pérez cantero y escultor vezino de Anduxar treszientos y veinte y siete reales que uvo de aver en esta manera dosçientos e treynta reales de hacer los tres escudos de la puerta del cavildo y los setenta reales de zinco días que se ocupó en esta Villa lavrando y sentando la portada de las casas del cavildo y doze reales de un día que se ocupó en la cantera sacando las piedras para los escudos y los nueve que costó la cama y posada que se dió en esta Villa y los seis de la costa de la mula que por todos son los dichos tresçientos e veinte y siete reales que dio por discargo y se le reziven en quenta”


“Que por mandado del conçexo pago a el dicho Rafael Pérez cantero vezino de Anduxar quatrozientos e setenta reales que uvo de aver de la hechura y lavor de los maceros de piedra de la portada de las casas del cavildo y de la demás obra que hizo en la dicha portada conforme a su obligaçión y en ellos se conprehenden treynta reales de reconpensa por aver labrado y recorrido la demás ovra de la portada y puesto una cornysa que se quevró mostró la obligaçión y carta de pago ...”

Aunque no fue éste el único vecino de Andújar que vino a esta Villa para trabajar en la fábrica de la portada, según la siguiente libranza:

“Que pago por mandado del conçexo a Bartolomé de Sivilla carretero vecino de la ciudad de Andúxar trescientos y once reales que ubo de aver de el travaxo de treynta y zinco cargas de piedra que truxo de la cantera para la portada de las casas del cavildo a nueve reales cada carga que montó la dicha contía”

Por la documentación anterior vemos que la obra de Rafael Pérez, cantero perteneciente a una familia de artistas de la vecina Andújar, se limita a los elementos más destacados, pues el resto de la obra de sillería fue realizada por los canteros Francisco Rodríguez de Lopera y Martín Alonso de Jándula, de Arjonilla, según la carta de pago:

“ Que pagó a Francisco Rodríguez y Martín Alonso de Xándula, canteros quinyentos reales que por obligación el conçexo les devía de lavrar la piedra de la portada del cavildo los quatroçientos cinquenta rreales y los cinquenta que se dieron de gratificación mostró la obligación y carta de pago”

Los libros de actas capitulares del cabildo de la villa están repletos de acuerdos como los siguientes, referentes a las obras de esta segunda casa del cabildo, ya que por las visitas de la Orden de Calatrava, conocemos la existencia de una primitiva casa de Ayuntamiento en un lugar aún desconocido. Finalmente es en 1.616, cuando los regidores suman sus esfuerzos para la que la deseada obra tenga efecto.

(1-11-1616).- “Trataron que por quanto este qº tiene dos aposentos altos en las casas de Ysavel Gutiérrez y Felipe Camacho que son en la plaza desta villa y alindan con las casas de el cavildo della que con los dichos dos aposentos altos como dize el primer cuerpo y arco de las dichas casas de cavildo desde las cámaras arriba hasta la esquina de la plaça y taverna de Lope de la Cruz de los quales dichos aposentos no tiene este qº necesidad por ser angostos y por esta falta no poderse fabricar en ellos y tener sala alta y baja bastante y sufiziente y tiene y se le ofreze necesidad de dineros para la fábrica adorno e portada de la dicha sala de cavildo por tanto acordaron que los dichos dos aposentos se bendan y den a el dicho Felipe Camacho en ochocientos reales en que se an concertado...”


(2-11-1616).- “Acordaron que se haga la portada y cámara de las casas del cavildo desta villa y que la pared de la calle se jaharre y adorne con material necesario para lo qual nonvraron por diputados que acudan a la dicha obra y que conzierten la fábrica della la madera y otras cosas y puedan hacer quales quier libranças que sean necesarias a el dicho Miguel Serrano Berdejo y a Francisco Ramos /.../ a los cuales se les dio comisión para que puedan hacer la dicha fábrica y gastar todo lo que fuere necesario en ella tiniendo consideración a que la portada de las dichas casas esta concertada de toda obra y enluzir el hastial poner el escudo en veinte y un ducados con Francisco de Soto albañil vecino de esta villa”.

(13-11-1616).- “Acordaron e mandaron que la portada de las casas del cavildo desta villa se haga de piedra lavrada de la cantera de la viuda de prados con su escudo y armas de la villa para lo qual dieron comisión a Venyto de Morales Porcuna y a Francisco Serrano Montoro rexidores con asistenzia de Diego Ruiz de Monterrubio los quales les dieron comisión para que puedan hacer qualesquier libranças y todo lo demás que convenga y lo firmaron”.

Con el siguiente documento podemos completar las informaciones anteriores, ya que se tratra de la escritura de obligación de los canteros Francisco Rodríguez - de Lopera- y Martín Alonso de Jándula -de Arjonilla-, sobre la fábrica de las partes en las que no intervino Rafael Pérez, ya que el trabajo de este último, como “escultor”, se centró en los maceros y escudos.


“Sepan quantos esta carta de obligación vieren como nos Francisco Rodríguez vezino de la Villa de Lopera maestro de cantería estante al presente en esta Villa de Arjonilla y como yo Martín Alonso vecino de esta dicha Villa ambos a dos juntos y de mancomún renunciando como renunciamos las leyes de duobus /.../ dezimos que nosotros tenemos hecho a salario con el Concejo justizia y Regimiento desta dicha Villa de labrar una portada de piedra para ponerla en las casas del cavildo de esta dicha Villa la cual dicha piedra se a de sacar de la cantera que está en el sitio de la canalexa término de Lopera en tierras de Francisco de Ortega, vecino de esta Villa el qual dicho asiento emos fecho en esta conformidad que nosotros avemos de cortar y sacar de la dicha cantera la piedra que fuese necesaria para la dicha portada y sacada de la dicha cantera se a de traer a esta Villa a costa del dicho conzejo y trayda la tenemos de lavrar y aviéndola sacado la avemos de ayudar a sentar en la dicha portada para lo qual sólo avemos de poner nuestro travajo y la portada y ventana de piedra que avemos de lavrar para poner en las dichas casas de cavildo a de ser en la forma que se sigue. Conforme está labrada una portada que tiene en sus casas Don Diego de Contreras vecino de Lopera con su zerviguera y piedras para dos gradas de la entrada de la dicha puerta las quales y la dicha zerviguera y las xamvas y dentel entericas las quales dichas piedras an de tener tres quartas de ancho y dos de grueso y las piedras de la dicha ventana an de ser entericas por cuya rraçón se nos a de pagar de nuestro travajo que en lo susodicho avemos de poner quatroçientos y zinquenta reales pagados en la forma que avaxo yrá declarado de la qual dicha obra avemos de dar acavada desde oy hasta el día de pasqua de navidad que vendrá deste presente año de la fecha /.../“. (Archivo Histórico Provincial. Protocolos. Arjonilla. 16-11-1616 )

Establece la obligación anterior la fábrica de una puerta adintelada y una “ventana” que hoy es balcón ancho. Fue en 1.633 cuando se sustituye esta ventana por un balcón, ya que este elemento arquitectónico comenzó a prodigarse en el barroco, cuando la calle se convierte en escenario de fiestas y se hace necesario habilitar un lugar en las fachadas para la contemplación de los festejos. En el caso de esta fachada del Ayuntamiento, se justifica también, por la necesidad que los gobernantes municipales tenían de mostrarse al pueblo desde ese lugar privilegiado, flanqueado por unas figuras que manifestaban la “autoritas” delegada del poder regio, también representado por su blasón. Los siguientes gastos refieren la obra de herrería y balaustres para el balcón de la casa consistorial en 1.633:

“que por libranza del dicho conçejo de ocho días del mes de nobiembre de mill y seisçientos y treinta y tres años pago a Asensio Rodríguez vecino de esta Villa maestro de herrería cien reales por la obra que hiço en el balcón que se puso en las casas del cabildo desta Villa mostró la dicha libranza con carta de pago ... “

“que por librança del dicho concejo de catorze días del mes de agosto del dicho año de mil y seiscientos y treinta y tres pago a Francisco Ramírez mayordomo de Señor San Roque desta Villa para los gastos y adorno de la fiesta e yglesia de Señor San Roque de quien es patrono el dicho concexo de la fiesta que se celebró a diez y seis días del dicho mes de agosto del dicho año. Y más pagó por la dicha libranza a Jusepe de Aguilar vecino desta Villa beinte y ocho reales de los portes de los balaustres que se trajeron de Madrid para el balcón del cabildo desta Villa ... “


“que por libranza del dicho conçexo de diez y nuebe días del mes de abril de mill y seisçientos y treinta y quatro años pago a Andrés de Jáuregui Salazar vecino desta Villa doçientos y setenta y siete reales y dos maravedís que de orden del dicho conçejo pago en la Villa de Madrid de la costa que tuvieron los balaustres que se traxeron a esta Villa para el balcón que se puso en las casas del cabildo que pesaron seis arrobas y siete libras a preçio cada una libra de sesenta maravedís. Y más pago por la dicha libranza el susodicho treçientos y treinta reales que de la dicha orden pago a Asensio Rodríguez herrero vecino desta Villa de la demás obra y hierro que labró para acabar de haçer dicho balcón y asentarlo en la bentana del cabildo ...”

Para finalizar, apuntar que el referido Andrés de Jáuregui Salazar, fue un noble vasco avecindado en Arjonilla en la primera mitad del siglo XVII con una fábrica de jabón y un sistema comercial que le permitía transportar 50.000 arrobas del aceite producido en la comarca al año hasta la Villa y Corte de Madrid, a través de un gran número de arrieros que a la vuelta regresaban con otros productos como estos balaustres.