jueves, 20 de febrero de 2020

Las cuentas de la Cofradía de Ntra. Sra. de la Soledad de Arjonilla a mediados del siglo XVII

Ildefonso Rueda Jándula

La administración de los bienes de una Cofradía es una de las tareas fundamentales de estas asociaciones de fieles. Cuando en el transcurso de esta tarea surgía alguna irregularidad, eran las instancias superiores eclesiales las que solicitaban “rendir cuentas”. Así ocurrió en el año 1657, cuando se solicitó por el Provisor y Vicario General de la Diócesis de Jaén que se presentasen las cuentas de la Cofradía de Ntra. Sra. de la Soledad de Arjonilla por su Mayordomo, D. Juan Ropero de Mendoza. 

Esta cofradía arjonillera había sido fundada en el año 1603, con unos estatutos en los que se regulaba la elección del Mayordomo al tercer día de pascua de Resurrección, ante el Prior, eligiéndose cargos por duración de dos años. D. Juan Ropero de Mendoza, Mayordomo de la Cofradía de la Soledad permaneció en el cargo hasta el año 1655 en el que le sucedió en el cargo D. Melchor López de Castilla. 

La presentación de las cuentas de esta administración ante el Vicario General nos permite conocer el funcionamiento de esta Cofradía a mediados del siglo XVII, unos cincuenta años después de su fundación. Las cuentas detallan los ingresos de la cofradía (cargos) y los gastos (data). Entre los ingresos, la cofradía tenía muy buena salud económica, ya que disponía de numerosos censos, además de la limosna que ingresaban mediante las tazas petitorias. Los nuevos cofrades seguían en esta época pagando de ingreso lo estipulado por los estatutos fundacionales, 4 reales para los varones y 2 reales para las hermanas cofrades.

martes, 18 de febrero de 2020

La devoción en Arjonilla en el Siglo XVIII al Santo Cristo de Pedro Abad



Ildefonso Rueda Jándula

En la localidad cordobesa de Pedro Abad, se alza sobre una loma el antiguo Santuario del Santísimo Cristo de los Desamparados. La construcción, del siglo XVIII, alberga la milagrosa imagen del crucificado que fue objeto en la centuria del setecientos de la devoción de las gentes de Arjonilla, quienes en sus disposiciones testamentarias incluían misas para esta imagen cristífera. 

Ejemplos de esta devoción los tenemos en el testamento del presbítero D. Francisco de Calmaestra Serrano y Valdivia, quien otorgó la escritura ante el escribano José Antonio de Rueda en el año 1759. Asimismo lo hicieron D. Vicente Serrano y Córdoba en 1770, D. Benito Calmaestra en 1784 y D. Fernando Canales en 1797. La mayoría de estos legados incluyen al Santo Cristo de Pedro Abad junto a otras devociones de religiosidad popular de especial relevancia para nuestra geografía, como Ntra. Sra. de la Cabeza. 


El Santísimo Cristo de los Desamparados de Pedro Abad, tiene la singularidad de ser procesionado tan solo una vez cada cien años. En su camarín de yeserías, junto a las imágenes de la Virgen Dolorosa y de San Juan, aguarda la imagen para ser aclamada por sus devotos hasta el año 2035 cuando se producirá la procesión centenaria. 

El Alma, heredera post mortem. El testamento de Sebastián de Morales Garza

El Santuario de Ntra. Sra. de la Cabeza
fue objeto de diversos legados por parte
de los arjonilleros en la Edad Moderna
Ildefonso Rueda Jándula

En el estudio de la Historia de las mentalidades, una fuente de primer orden son los testamentos del Archivo de Protocolos notariales. La idea que subyace en las diferentes mandas testamentarias, es que el alma es la heredera del testador, de ahí que sea importante la cantidad de misas que se encarguen. En el ámbito católico, a la profusión de misas a lo cual contribuían las cofradías como uno de sus principales cometidos para con los cofrades contribuyó sin duda la contrarreforma, afianzando frente a las ideas protestantes, la confesión sobre la Comunión de los Santos. 

En este caso presento el Testamento de D. Sebastián de Morales Garza, quien con menos de veinticinco años se encontraba enfermo. Realizó testamento el 5 de Abril del año 1.700 ante el escribano Pedro Manuel de Aguilera. Dispuso su enterramiento junto a la Capilla del Santo Cristo (Cristo del Perdón o Cristo de los Espejos), en la Capilla mayor de la Iglesia parroquial de Arjonilla, y encargó misas al Santuario de la Virgen de la Cabeza de Sierra Morena y en la capilla de los Reinoso de la parroquial de Santa María de Andújar. Como legados destacan dos lienzos, uno de Ntra. Sra. de la Soledad y otro de Jesús Nazareno, para la capilla del Sagrario, que en aquella época era la actual de la Inmaculada Concepción. 

El perfil del testador como una persona piadosa nos lo afianza la siguiente manda: “declaro que devo a los jubileos de ntra. Señora del Pilar y de ntra. señora de Montserrate y la Santa Cruz que le pareze es de Santo Toribio duzientos reales poco mas o menos”. En el año 1.700, con el cambio de centuria, el Papa Inocencio XII había convocado un Jubileo, a lo cual puede responder la intención del testador, aunque también hay que tener en cuenta que en la época, las peregrinaciones a santuarios de especial relevancia era algo muy extendido.

“En el nombre de Dios todopoderoso Amen. Sepan cuantos esta escritura de testamento ultima y final voluntad vieren como yo Sebastián de Morales y Garza vecino que soy desta Villa de Arjonilla hijo legitimo y natural de Juan de Morales Vallexo y de Isabel de Garza Malo mis padres ya difuntos menor que confieso ser de veinte y cinco años y estando en las casas de mi morada enfermo en la cama de enfermedad corporal tal qual Dios nro. señor fue servido de darme creyendo como fiel y berdaderamente creo en el misterio de la Santísima Trinidad Padre Hijo y Espíritu Santo tres personas distintas y una divina esencia cuia católica fe y creencia siempre e vivido y protesto vivir y morir firmemente y temiendome de la muerte ques cosa cierta a toda criatura humana aunque dudosa su hora poniendo por mi Intercesora y abogada a ntra. Sra. la Virgen Maria para que sea servida de interceder con su precioso hijo perdone mis culpas y pecados…Lo primero encomiendo mi anima a Dios nuestro Señor que la creo y redimido con su preciosa sangre el cuerpo mando a la tierra de cuio elemento fue formado.