viernes, 31 de marzo de 2017

La Congregación del Pecado Mortal en Arjonilla, Indulgencias de Pío VII al Stmo. Cristo de la Misericordia

I
Antiguo Cristo del Perdón (Misericordia)
en su Capilla del templo parroquial
 Ildefonso Rueda Jándula

Hace unos años, ya se publicó en la Revista “Al pie de la Parroquia de Arjonilla”, por Pedro Manuel García Aranda, el contenido del documento que vuelvo a transcribir, conservado en el Archivo Histórico Diocesano de Jaén. Se trata de la Congregación del Pecado Mortal erigida en la Parroquia de Arjonilla, posiblemente a finales del siglo XVIII, en torno a la venerada imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia.

El documento es una pieza singularísima, que nos puede pasar desapercibida, si no contextualizamos esta Congregación del Pecado Mortal, en las asociaciones piadosas de fieles tardobarrocas, que nada tienen que ver con las cofradías al uso fundadas en los siglos XVI y XVII. Ciudades como Sevilla y Cádiz ya conocieron estas congregaciones, conocidas por el vulgo como “Congregación contra el Pecado Mortal”, y a su imitación surgieron otras en localidades menos populosas, y más cerca de nosotros, en Andújar, erigida en torno a la Inmaculada Concepción y en la Parroquia de San Bartolomé (1).

Curiosamente, a la Cofradía del Pecado Mortal de la vecina localidad de Andújar, solicitó su pertenencia el Beato Fray Diego José de Cádiz, para pedir por las almas de lo que estuviesen en pecado mortal. El Beato, también estuvo predicando como misionero en nuestra Villa, en 1781. Eran tiempos de una nueva “devotio” que suscitaba formas nuevas de piedad y religiosidad, que suscitaban en los fieles expresiones de las que registró Fray Diego en una carta posterior en la que relataba acerca de los vecinos de Arjona y Arjonilla no podía condenarse criatura alguna de aquellas, que con tan extraño impulso buscaban a su Dios en esta su villanísima criatura, para oir su palabra y guardarla (2). 

La Congregación del Pecado Mortal de Arjonilla, estaba presidida por los eclesiásticos, ya que posiblemente su origen es un proceso mimético de otras experiencias de congregación piadosa. El carácter de congregación impide dejar un rastro documental que nos facilite la investigación histórica, si no es porque a raíz de las indulgencias concedidas por los Breves pontificios y Rescriptos del papa Pío VII, desde el gobierno diocesano se debía aprobar los días señalados para lucrar las indulgencias concedidas.

domingo, 5 de marzo de 2017

La sandalia de esparto, distintivo fundacional de la Cofradía de la Humildad de Arjonilla

Ildefonso Rueda Jándula

Los Estatutos fundacionales de la Cofradía de Jesús de la Humildad de Arjonilla, aprobados canónicamente en 1.732, en su proemio manifiestan establecer la Hermandad, que en sus orígenes era de cincuenta hombres, y define el hábito cofrade de esta forma: “...vestidos con túnicas moradas zandalias de esparto y sogas a el cuello y cintura, saquen a su Magestad en las tres proseciones de Semana Santa...” 

La túnica y sus elementos de esparto, era un signo distintivo de pertenencia a este grupo de fieles unidos en la devoción a Jesús de la Humildad, hasta tal punto, que se convirtió en elemento usado por los cofrades para el fallecimiento, como hábito mortuorio, según nos señala, en una fecha muy cercana a la fundación, 1739, el testamento de Melchor de Moya:

“En el nombre de Dios todo Poderoso Amen. Sepase por esta publica escritura de Testamento avierto ultima y final voluntad vieren como yo Melchor de Moya vezino que soi desta Villa de Arjonilla estando en las casas de mi morada enfermo del cuerpo y sano de la boluntad en mi libre juizio memoria y entendimiento... Mando que llegado mi finamiento mi cuerpo vestido con la túnica cordones y zandalias de Jesus de la Humildad de cuia cofradía soi hermano sea sepultado en la Yglesia Parrochial desta villa en sepultura que en ella tengo...”

viernes, 3 de marzo de 2017

La Cofradía de caballeros hijosdalgo de Ntra. Sra. de la Soledad de Arjonilla en el siglo XVIII. Pruebas de nobleza y ocaso de la religiosidad oligárquica

Antigua imagen de Ntra. Sra. de la Soledad
en el interior de su ermita. Al fondo,
retablo del siglo XVIII.
Ildefonso Rueda Jándula
Publicado en "Pasión y Gloria" nº35

A mediados del siglo XVIII, la Cofradía de Ntra. Sra. de la Soledad de Arjonilla, fundada al inicio de la centuria anterior se había constituido en una corporación de hijosdalgo, que había alcanzado el gobierno de las procesiones de Semana Santa, desde un estamento cerrado que mostraba su preeminencia sobre otros grupos sociales agrupados en el resto de cofradías. 

La idea de que los grupos privilegiados tendieron en el siglo XVIII a crear corporaciones exclusivas para manifestar su posición privilegiada frente a la movilidad de otros grupos sociales en ascenso(1), se puede verificar documentalmente en la localidad de Arjonilla, tanto para las cofradías de Pasión como se verá en este trabajo, así como en otras cofradías de Gloria, como ya se publicó en el caso de las dos congregaciones locales de la Virgen del Rosario(2).

La localidad de Arjonilla, en el siglo XVIII alcanzó un alto número de vecinos hidalgos procedentes de linajes como los Jiménez, Valenzuela, Serrano y otros, afincados en Jaén desde la reconquista. De hecho, los datos recogidos en el Catastro del Marqués de la Ensenada, arrojan la cantidad de cincuenta vecinos con el título de hijosdalgo, frente a una población total de quinientos. Esta oligarquía local tuvo diferentes familias que alcanzaron la preeminencia sobre las demás con el devenir de los siglos. Al tiempo que nos ocupa el presente estudio, sin lugar a dudas que uno de sus más ilustres moradores era D. Baltasar Francisco Sotelo, regidor perpetuo de Arjonilla y Andújar, casado con Dª Baltasara de Ortega Serrano, quienes aunaron el patrimonio de las familias que en los siglos XVI y XVII habían destacado de entre la nobleza local. A los nietos de éstos, D. Pedro Manuel y D. Baltasar de Acuña Valenzuela y Sotelo, siendo menores de edad, les fue concedido el hábito de Calatrava, en un interesante expediente (3) de pruebas de nobleza, al que aportaron como probanza su pertenencia a la Cofradía de caballeros hijosdalgo de Nuestra Señora de la Soledad de esta Villa.